viernes, 23 de septiembre de 2011

Procesos


Todo en la vida son procesos. Nacer, crecer, reproducirse y morir. Inspirar, expirar, inspirar, expirar. Transformar los productos de la tierra para poderlos consumir y conservarlos a lo largo del año. Intentar, conocer, aprender, evolucionar, madurar. Sembrar un árbol, criar un niño, escribir un libro. Vivir el amor y el desamor, cerrar puertas y abrir ventanas, levantarse tantas veces como se tropieza, renacer, reinventarse, marchar hacia adelante siempre, que no hay vuelta atrás, ¿verdad?

Hablando de procesos, el sábado 17 de septiembre estuvimos en la Fundació Pilar i Joan Miró visitando la exposición Figues, figueres i canyissos (Higos, higueras y cañizos) que ya comenté en otra entrada y tuvimos ocasión de realizar un taller para familias y público en general Realizamos cañizos + Cómo podemos hacer una buena olla de higos secos y degustarla.

En las fotos, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, podeis ver los elementos necesarios para preparar un cañizo (ullastre o acebuche, albons, corda), el bastidor de acebuche, nuestro cañizo a medio hacer, el cañizo ya finalizado, higos secando en un cañizo grande realizado con el mismo procedimiento aunque con una tercera vara de acebuche en el centro, detalle de ese mismo cañizo, y finalmente la olla de higos secos con anís y laurel, tras una hora de reposo. Por cierto, ¡que los higos secos y con anís estaban riquísimos!

Esa misma semana, el miércoles 14 a las 20 h. asistí a una conferencia de Joan Rallo, también en la Fundació Pilar y Joan Miró: Las higueras en el quilómetro cero de la cultura. El título me hizo creer, erróneamente, que en la conferencia versaría sobre la higuera en la prehistoria y de sus usos a lo largo del tiempo. Cuando descubrí que se avecinaba una clase avanzada de botánica y agronomía estuve a punto de irme, pensé que no iba a entender nada, pero sí, escuchando con muuucha atención aprendí cuatro cosas interesantísimas (espero comunicarlas con precisión, aunque pido disculpas porque soy de letras): en primer lugar, que existen higueras silvestres espontáneas (llamadas cabrahigueras) e higueras domésticas, siendo comestibles sólo los frutos de estas últimas, pero que muchas especies de higuera doméstica necesitan del polen de cabrahiguera para producir sus frutos, proceso que se denomina caprificación, porque la cabrahiguera tiene flores femeninas y flores masculinas, pero la higuera doméstica sólo tiene flores femeninas.

Segundo, que la higuera fue una de las primeras especies domésticas, ya que se constata su presencia en registros arqueológicos de hace 11400 años, a través de trescientas semillas del yacimiento de Gigal I (Jericó). La razón de su domesticación radicaría en que el higo permite consumo directo, tanto fresc0 como sec0, mientras que los cereales necesitan ser trillados y molidos.

Tercero, bueno esto ya me lo imaginaba, que el higo no es un fruto con semillas y por tanto no se puede sembrar; lo que descubrí es que su reproducción es por polinización y que en ella participa un insecto denominado Blastophaga psenes (o avispa de los higos) al que Aristóteles denominaba psen, que fue estudiado intensamente por Linné en 1749. Aprendí de qué modo se produce dicha polinización: mediante la entrada del insecto por el ostiolo del higo, situado en la base del mismo, durante unos días determinados del proceso de maduración del fruto. Y sobre todo, que existe un proceso de coevolución entre el caprohigo y el B. Psenes, es decir una codependencia entre la planta y su polinizador, puesto que el insecto nace y crece dentro del fruto, recoge el polen necesario en un saco que posee en el tórax, seguidamente sale del fruto y se traslada hasta la higuera doméstica donde compite con sus homólogos por entrar por el ostiolo y fecundar el higo. Pudimos ver todo este proceso, fotográficamente, a lo largo de un año.

Y último, pero lo más importante, que estos procesos de caprificación y coevolución, además de asegurar la supervivencia de las higueras domésticas, permiten obtener higos de más calidad, mejor sabor y evitan la caida prematura de los higos. Y que es del todo necesario que el payés conozca qué higueras necesitan caprificación, porque actualmente no existe un equilibrio entre insectos y cabrahigos, es decir no se puede asegurar la caprificación.

Creo que ya he aprendido suficiente sobre el tema de la polinización de los higos, pero si tú quieres saber más, que nunca se sabe, aquí te dejo unos vídeos.

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