sábado, 13 de septiembre de 2008

Celebrando la renovación














Septiembre al Port de Pollença, Mallorca. Foto de Anik Messier (Flickr)

Se acerca un cambio de estación; es la vuelta a la rutina, a los turnos y horarios; se dice adiós a las vacaciones, a las visitas y a otros excesos propios de la canícula y el buen tiempo. Pero si para algun@s septiembre es un mes triste, de despedida y cierre de muchas cosas, para mí es siempre un mes de renovación, de muuuchos propósitos, de energías y expectativas renovadas, un enero en mitad del año. Ójala pudiera impregnar de ello a quienes se dejan llevar por la llegada del otoño, que ponen la vista en el próximo junio o incluso en la paga extra de navidad. Me recuerdan las palabras del sabio Tagore: Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas. De hecho, se dice que en otoño las estrellas se 'renuevan' y el panorama celeste es diferente al que se puede observar en verano. ¿Porqué no celebramos, como antaño, el cambio de estación, la renovación?

Septiembre es también un mes de celebraciones, en casa. Además de aniversarios, también pronto festejaremos Sant Miquel (1), que antaño se celebraba tanto el 8 de mayo como el 29 de septiembre para conmemorar dos apariciones del arcángel en el siglo VIII en el Mont Saint Michel (Normandía). La elección de estas dos fechas concretas marcaba en realidad dos hitos clave del calendario tradicional: el inicio y el final de los trabajos del estío, pues a finales de verano se inicia un nuevo ciclo agrícola, con el trabajo de la siembra -básico para la subsistencia-. Tradiciones y costumbres que marcaban la vida en los tiempos en que el trabajo, la diversión, el descanso, el ritmo de la vida en general se regían por las estaciones. O quizás también ahora, porque el cuerpo, la mente, siempre necesitan ritmos, etapas, cambios.

PÁJAROS PERDIDOS. Rabindranaz Tagore (India 1861-1941; premio Nobel 1913)

1 / Pájaros perdidos de verano vienen a mi ventana, cantan,y se van volando.
Y hojas amarillas de otoño, que no saben cantar, aletean y caen en ella, en un suspiro.

2 / Vagabundillos del universo, tropel de seres pequeñitos,¡dejad la huella de vuestros pies en mis palabras!

3 / Para quien lo sabe amar, el mundo se quita su careta de infinito. Se hace tan pequeño como una canción, como un beso de lo eterno.

4 / Las lágrimas de la tierra le tienen siempre en flor su sonrisa.

5 / El desierto terrible arde todo por el amor de una yerbecita; y ella le dice que no con la cabeza, y se ríe, y se va volando…

6 / Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

7 / En tu camino, agua bailarina, la arena te pordiosea tu canción y tu fuga. ¿No quieres tú cargarte con la coja?

8 / Tu cara anhelante persigue mis sueños como la lluvia por la noche.

9 / Una vez, soñamos los dos que no nos conocíamos. Y nos conocíamos. Y nos despertamos a ver si era verdad que nos amábamos.

10 / Como el anochecer entre los árboles silenciosos, mi pena, callándose, callándose, se va haciendo paz en mi corazón.

11 / No sé qué dedos invisibles sacan de mi corazón, como una brisa ociosa, la música de las ondas.

12 /
-Mar, ¿qué estás hablando?
-Una pregunta eterna.
-Tú, cielo, ¿qué respondes?
-El eterno silencio.

13 / ¡Oye, corazón mío, los suspiros del mundo, que está queriendo amarte!

14 / El misterio de la vida es tan grande como la sombra en la noche. La ilusión de la sabiduría es como la niebla del amanecer.

15 / No te dejes tu amor sobre el precipicio.

16 / Me he sentado, esta mañana, en mi balcón, para ver el mundo. Y él, caminante, se detiene un punto, me saluda y se va.

17 / Menudos pensamientos míos, ¡con qué rumor de hojas suspiráis vuestra alegría en mi imaginación!

18 / Tú no ves lo que eres, sino su sombra.

19 / ¡Qué necios estos deseos míos, Señor, que están turbando con sus gritos sus canciones! ¡Haz Tú que solo sepa yo escuchar!

20 / No soy yo quien escoge lo mejor, que ello me escoge a mí.

21 / Si me está negado el amor, ¿por qué, entonces, amanece; ¿por qué susurra el viento del sur entre las hojas recién nacidas? Si me está negado el amor, ¿por qué, entonces,la medianoche entristece con nostálgico silencio a las estrellas?

22 / Sé que esta vida, aunque no madure el amor, no está perdida del todo.

23 / ¡No sea yo tan cobarde, Señor, que quiera tu misericordia en mi triunfo, sino tu mano apretada en mi fracaso!

(1) El nombre de Miquel es de origen hebreo y significa "Quién como Dios"; fue Miguel el arcángel que condujo a los demás ángeles a la batalla con el dragón que representa el demonio y consiguió hacerlo huir. Es el protector de comerciantes, maestros de armas y de esgrima, de los adolescentes y de los ciegos