sábado, 27 de enero de 2018

En movimiento

"Danza conmigo desde la salida hasta la puesta del Sol y no necesitaré otro amor" (autor desconocido)

Otro de mis propósitos para este año es moverme más. Como comentaba en la anterior entrada, estoy caminando diez mil pasos al día. Entre las recompensas, la Vida me regala momentos tan bellos como esta puesta de sol. Sentada frente al mar, disfrutando del espectáculo desde una privilegiada primera fila, en silencio y soledad (en viernes el paseo no está muy concurrido), durante esos cinco minutos me llené de paz, de plenitud. Sentí que es imposible sentirse triste cuando se contempla algo bello. Podeis hacer la prueba pero ya os lo adelanto: es imposible. 

¡Qué suerte que el espectáculo se repite todos los días! Y en abierto, para disfrute de todo el planeta 😊

Además de caminar, actualmente estoy implicada en otras actividades corporales: lindy hop, movimiento expresivo gestalt, senderismo consciente y estoy empezando a correr. Y en todos los casos siento lo mismo. Es imposible estar triste cuando estoy en movimiento. Cuando estoy centrada en mi cuerpo, la perspectiva cambia. A ver si el truco para ser feliz estará en salir de la mente...