miércoles, 20 de mayo de 2015

Cerrado por cambio


Todo empieza y todo acaba. La vida son ciclos, etapas, estaciones de tren, ríos cuya agua siempre cambia, cada cual lo dice como quiere.

Para mí la vida son una sucesión de momentos, escenarios, compañías, novedades buenas y no tan buenas. Son momentos de felicidad interrumpidos por instantes amargos, por cartas que abres por error y te cambian la vida, llamadas que detienen el día y la respiración, abrazos que no sabías que encerraban una despedida... sea como sea, lo que llega hay que aceptarlo y seguir viviendo. Aunque a veces duela.

Hoy este blog llega a su fin por mudanza.

Es tiempo de despedir al jardín que sirvió de inspiración y razón a empezarlo, de cerrar para siempre una puerta, un proyecto, un estilo de vida, un amor.

Es tiempo de dar la bienvenida a otro hogar, sin tierra que cultivar pero quien sabe, quizás con una mesa de cultivo, un jardín vertical, dos macetas grandes, una germinadora, otro amor.

Sea como sea, donde sea, con quien sea, cómo sea, este diálogo con la tierra no puede acabar porque sin yo saberlo, estaba dentro de mí desde antes de que existiera el blog. Mientras me apetezca, seguiré observando el cambio de las estaciones, leyendo sobre las frutas de temporada, cocinando kilometro cero, actualizando Facebook, buscando los rayos de sol, hablando con los árboles, diseminando semillas de conciencia, imaginando que otro mundo es posible, intentando florecer...

Gracias a los que en algún momento lo habeis leído y os ha sido de ayuda en cualquier sentido. Sólo por ello ha valido la pena escribirlo.