viernes, 9 de octubre de 2009

Reaccionar y actuar



"Si tú te rindes, ellos se rinden". Caray con el eslogan, y con el mensaje del vídeo. La inteligencia del ser humano versus la inteligencia del resto de animales. ¿Cuándo y cómo tomaremos, globalmente, consciencia de nuestra actitud en la vida y de nuestra huella ecológica?. Un refrán indio nos recuerda que la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo que nos hacen nuestros hijos. Siendo así, ¿qué les vamos a devolver cuando nos vayamos? Yo creo que todo ser humano tiene capacidad para reflexionar sobre ello, para proponerse cambiar un hábito, para asumir responsabilidades, para fijarse en los detalles, para vivir con coraje, para entusiasmarse con aquello por lo que cree. No entiendo porqué algunos viven resignados eternamente, inconscientes, desconectados de la realidad, llevados por la inercia y el azar, con temor a arriesgar, sin agallas, sin asumir de frente las consecuencias de sus actos... Yo con los primeros me apunto a dialogar e trabajar por un proyecto compartido, a trabajar con voluntad de sentido y vocación de poner lo que pueda de mi parte. ¿Te sumas?

Este triste e impactante video me ha recordado estas palabras del gran Mario Benedetti:
Primero que todo: Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace...

- Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.

- Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.

- Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos produce más que los caóticos esfuerzos individuales.

- Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.

- Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.

- Me gusta la gente de criterio, la que no lo traga todo, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.

- Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

- Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.

- Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

- Me gusta la gente que trabaja por resultados.

Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.