domingo, 21 de marzo de 2010

Ya es primavera...

[Giuseppe Arcimboldo: Primavera (1573). Museo del Louvre]

Ya es oficialmente primavera. Lo dice mi calendario, lo dicen en el telediario. Lo demuestra mi jardín, hace un par de semanas, y lo pían los pájaros que regresaron a la morera. Lo celebran mis amistades en sus perfiles de Facebook. Lo veo en los escaparates, que me invitan a quitarme los cuellos vueltos, y lo anuncia El Corte Inglés, como todos los años. [Pero aunque no suena nada mal Il Pericolo numero uno de Renato Carosone, yo prefiero la entusiasta canción de Jorge Drexler.]

Falta poquísimo para el cambio horario, para disfrutar de la luz de las tardes, para poner limonada en la nevera, para que abrigos y botas dejen paso a bañadores y sandalias, para recoger alfombras y edredones, para afrontar la recta final del curso escolar, para montar una cena en la terraza, para hacer planes para agosto, y para dormir con las ventanas abiertas. Mientras tanto, nos proponemos preparar el jardín para la siembra de primavera-verano y para recibir, con los brazos abiertos y el alma renovada, todo lo que la primavera (y el destino) nos traiga.

Mirando desde mi balcón, las transeúntes,
Haciendo de cuenta que estoy tomando apuntes,
Y ella busca algo en su cartera.
Y yo me digo ya llegó la primavera.
Y la maceta enfrente se llenó de brotes,
Y allá abajo el barrio se llenó de escotes,
Y la tarde se escapa verso adentro,
Y yo sigo buscando sin encontrar mi centro.
Y pongo ladrillo sobre ladrillo,
Y sigo sin dar con el estribillo.

Y entonces me pregunto
¿Qué es lo que viste en mi?
¿Qué es lo que te hizo abrir así
Tus miedos, tus piernas, tu calendario,
Las siete puertas sagradas de tu santuario,
La extraña luz de tu cámara oscura,
El infranqueable cerrojo de tu armadura?

Las transeúntes se han organizado,
Tienen el deambular sincronizado,
Y van haciendo su coreografía,
Con las rodillas del color de la alegría.
Cada farola tiene ya su bailarina,
Y la banda viene entrando por la esquina.

Y la tarde enseña la cintura,
Y el tiempo enseña que hay cosas que no se curan.
Y las musas huyen si las asedias,
Y otra canción que va a quedar a medias.

Y entonces me pregunto
¿Qué es lo que viste en mi?
¿Qué es lo que te hizo abrir así
Tus miedos, tus piernas, tu calendario,
Las siete puertas sagradas de tu santuario,
La extraña luz de tu cámara oscura,
El infranqueable cerrojo de tu armadura?

¿Qué es lo que viste en mi?
¿Qué es lo que te hizo abrir así?


Jorge Drexler: Las transeúntes. Armar la trama (2010)