domingo, 11 de enero de 2009

Desarrollo económico y sostenibilidad

Leo un texto a doble página en El País (domingo 11 de enero 2009, página 16 del suplemento central) del libro Disfruta la vida sin cargarte el planeta, que recoge textos de la ya fallecida Anita Roddick, fundadora de The Body Shop.

En este libro que saldrá a la venta en febrero, entre otras cosas, la reconocida ecologista y defensora de los derechos civiles Roddick relata su experiencia en la Cumbre Mundial del Comercio de 1999 en Seattle, al ser atacada con gas lacrimógeno - "probablemente yo era la única directora general de una importante cadena internacional de tiendas que se encontraba al otro lado del cordón policial, lo cual me preocupaba, no por mí sino por el mundo empresarial".

La filosofía empresarial y personal de Roddick me resulta más impactante porque unas páginas antes -en las páginas sepia del mismo periódico- me entero que Ingvar Kamprad, fundador de Ikea ha visto descender su fortuna a lo largo del 2008 por culpa de la crisis mundial. No puedo compadecerme de quien tiene una fortuna personal que ronda los veinticuatro mil millones de euros, especialmente porque recuerdo la reciente publicación del libro ‘Ikea, un modelo desmontable’, en el que se revelaba que la multinacional del mueble podría estar incurriendo en acciones de explotación infantil, contaminación y opacidad fiscal. El libro da cifras tan contundentes como las 83.000 toneladas de papel que supone el catálogo de Ikea y las 2.808.424 toneladas de CO2 que ello supone. Puedes leer algo más de este libro aquí.

Sin duda, dos estrategias empresariales distintas para sobrevivir en el mercado globalizado, y dos miradas diferentes hacia el planeta que van a heredar a nuestros hijos.