jueves, 14 de agosto de 2008

En busca del autoabastecimiento

Estamos alcanzando el autoabastecimiento en casa. Al menos, en cuanto a verduras, por el momento lo hemos logrado con lechugas, tomates, pimientos verdes y berenjenas. Tenemos grandes esperanzas puestas en las judías, los calabacines, la rúcula y el brócoli. Y con algunos conocimientos más, tiempo -y un poco de suerte- podemos conseguir también frutas y tubérculos (cebollas, patatas, zanahorias, etc).

No estamos solos. Mucha gente alrededor del mundo se pregunta si puede cultivar en casa lo suficiente para vivir, sin tener que comprar lechugas y tomates criados a cientos de kilómetros. Yo ya puedo almorzar verduras recogidas cinco minutos antes, llenas de vitaminas, sin pesticidas, jugosas y sabrosas.



Quizás por el camino cometa algunos errores, quizás pierda la cosecha de tomates de ensalada por culpa de ese pulgón verde que he descubierto hoy, o deba invertir unas horas en internet para aprender a preparar un semillero. Pero, como dice el protagonista de este vídeo (HOMEGROWN REVOLUTION - Radical Change Taking Root), quizás debería intentar hacer algo que no haya hecho nunca en la vida... No esperes a que otros cambien, empieza a cambiar tu mismo. El cambio empieza contigo. Precisamente ese espíritu me impulsó a aprender a hacer pan y planificar este huerto.

En la misma línea Judy Alexander se preguntó ¿Cuánto puedo producir alrededor de mi casa, y cuántos vecinos se pueden beneficiar de ese jardín? Me emociona el entusiasmo y la alegría -nada de miedos, sólo retos- que transmite haber conseguido su objetivo: autoabastecerse (o incluso más) con poco esfuerzo.



Puedes aprender más sobre el movimiento Path to Freedom aquí y sobre el programa de televisión Peak Moment aquí.