Interser: la interdependencia con toda la naturaleza

" ...El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad, en la mirada de otros no es más que un objeto verde que se interpone en el camino. Algunas personas ven la Naturaleza como algo ridículo y deforme, pero para ellos no dirijo mi discurso; y aún algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial. Pero para los ojos de la persona de imaginación, la Naturaleza es imaginación misma. Así como un hombre es, ve. Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan establecidas..."(William Blake)

Hace unos días asistí a un interesante encuentro sobre Findhorn (Escocia), una comunidad espiritual, ecoaldea y centro internacional para la educación integral que está ayudando a desplegar una nueva conciencia humana y crear un futuro positivo y sostenible para la humanidad y el planeta. El encuentro fue promovido por la Casa Comuna, un grupo de personas que están compartiendo sus ideas, visiones y experiencias, y empezando a recorrer juntas un camino común, con sentido y compromiso, para generar una comunidad o ecoaldea en Mallorca.

La primera jornada tuvo lugar en Sa Pedrisa (Mancor de la Vall), donde Guillem Ferrer organiza nuevamente las jornadas ‘Tierra, Alma y Sociedad’ con Satish Kumar. Allí, unas veinticinco personas pudimos seguir las explicaciones de Daniel Wahl acerca de los orígenes de la comunidad de Findhorn, en la costa oeste de Escocia, en noviembre de 1962, su evolución a lo largo de estas cuatro décadas, su actual estructura y su proyección de futuro.

La ecoaldea Findhorn es un modelo de vida sostenible, cuyos valores se expresan en un entorno que destaca por la contrucción de casas ecológicas con el uso innovador de materiales de construcción como piedra local y balas de paja, la tecnología aplicada en una planta de tratamiento de aguas residuales que llaman The Living Machine, la generación de electricidad eólica y el diseño de sistemas de permacultura para la producción local de alimentos orgánicos, por todo lo cual recibió un premio de las Naciones unidas a la mejor práctica en la categoría de Habitat.

Pero su sostenibilidad no se define sólo en términos medioambientales, sino también por diversas iniciativas sociales, económicas, educativas y espirituales que benefician tanto a las cuatrocientas personas, de diversas nacionalidades y edades, que allí habitan o trabajan como a más de tres mil visitantes que anualmente acuden a los talleres, eventos, y semanas de experiencia que se programan anualmente en Findhorn, ya sea aprender acerca de permacultura y sostenibilidad como para su crecimiento personal. En palabras de Daniel, una cocreación entre el corazón y la naturaleza, un proyecto que une ecología y espiritualidad. "Antes de iluminarte, corta leña y carga agua. Después de iluminarte, mantén el bosque y protege el agua", resaltó.

La ecoaldea se rige desde 1972 por la Findhorn Foundation, organización no gubernamental que lleva a cabo diversos programas educativos mediante el Findhorn College que regularmente acoge importantes eventos formativos como centro de formación afiliados del United Nations Institute for Training and Research (UNITAR). El próximo evento es el encuentro de Bioneers: Breakthrough Solutions for People and Planet (30 de Octubre - 2 de Noviembre, más info aquí).

Daniel dedicó buena parte de su exposición a narrar la organización y el día-a-día en la ecoaldea para las personas que allí residen o trabajan, explicando cuestiones concretas relativas a las normas de convivencia, la resolución de conflictos, la relación entre la espiritualidad y las tareas diarias,... Pero me resultó especialmente interesante la apuesta de Findhorn por articularse con el territorio en el que se inserta y con la comunidad internacional, pues fueron muchas las alusiones al respecto, por ejemplo su vinculación con la red internacional de ecoaldeas, con otros movimientos relativos al desarrollo sostenible integrado como Gaia y Transition Towns, con pensadores y maestros espirituales de diversas nacionalidades y religiones, y también su referencia a dos conceptos muy interesantes: las Transition Town y las Bioregiones.

Me pareció bien interesante el movimiento de las Transition Towns, entendidos como espacios de convivencia comunitaria en lugares ya existentes (pueblos, ciudades, bosques, islas) donde los residentes ponen en marcha iniciativas innovadoras, sostenibles y que apoyen un crecimiento personal y comunitario integral. Me interesa investigar un poco más sobre ello, porque siento que podemos encajarlo con el proyecto de la Casa Comuna y con Social XXII.

En cuanto a las bioregiones, otro concepto sobre el que me apetece ahondar, quedó claro que estas iniciativas de vida en comunidad, por pequeñas que sean, pueden y deben apoyarse mutuamente para contribuir a un cambio mayor, dentro de la región en la que se insertan y de acuerdo a un equilibrio ecológico, económico y social y entre lo colectivo y lo individual. Profundos vínculos entre la humanidad y la naturaleza, donde todos inter-dependemos de todos (ni las personas están separadas unas de otras ni las personas están separadas con la naturaleza, ni la naturaleza esta separada de ellas), como bien expresa el texto de Thich Nhat Hanh sobre el interser (interbeing), que Daniel leyó al principio de su charla:

Si eres un poeta podrás ver sin dificultad la nube que flota en esta página. Sin nubes no hay lluvia, sin lluvia los árboles no crecen y sin árboles no se puede fabricar papel. Las nubes son imprescindibles para que exista papel. Si no hubiera una nube tampoco habría una página, de modo que podemos afirmar que la nube y el papel interson. «Interser» es un término que todavía no está en el diccionario, si combinamos el prefijo «inter» y el verbo «ser» obtendremos un neologismo : «interser».
Contemplemos de nuevo la página con más intensidad y podremos ver la luz del sol en ella. Sin la luz solar, los bosques no crecen. En realidad, sin la luz solar no crece nada, así que también podemos afirmar que ella está en esta página. La página y la luz solar interson. Si seguimos mirándola podemos ver al leñador que taló el árbol y lo llevó a la factoría para que lo transformaran en papel. Y veremos el trigo. El leñador subsiste gracias al pan de cada día, y por lo tanto, el trigo que más tarde será su pan también está en la cuartilla. A su vez están el padre y la madre del leñador. Mirémosla bien y comprenderemos que sin todas estas cosas la página no existiría.
Si contemplamos aún con mayor profundidad, incluso podemos vernos a nosotros mismos en esta página. No resulta un proceso muy difícil porque mientras que la miramos, forma parte de nuestra percepción. Vuestra mente, y la mía, están ahí. No falta nada, están en el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales y el suelo, la luz solar, las nubes, los ríos, el calor. Todo coexiste en esta página. Por eso considero que la palabra «ínterser» debería figurar en el diccionario. «Ser» es «interser». Sencillamente, es imposible que «seamos» de forma aislada si no «intersomos». Debemos interser con el resto de las cosas. Esta página es porque, a su vez, todas las demás cosas son.
Supongamos que intentamos devolver un elemento a su origen. Así, imaginemos que devolvemos al sol la luz solar, ¿sería posible la existencia de esta página? No, nada es posible sin la luz solar. Tampoco tendremos página si devolvemos el leñador a su madre. La existencia de esta página implica la de todo el universo. (Hacia la paz interior, Thich Nhat Hanh)

Me resulta imposible resumir e hilvanar bien todo lo que se dijo y se sintió durante el día pero a mi entender, Findhorn sintetiza este concepto de interser, pues está sembrando una nueva cultura de no-separación, una forma de caminar todos juntos, con humildad y respeto hacia los demás, en interdependencia con la naturaleza y en conexión con la Vida, como destilan los vídeos que Daniel nos ofreció:

(link video1)

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La segunda jornada del seminario se realizó en Ca Sa Senyora (Biniamar) donde Willow nos mostró el sistema de permacultura que allí va implementando la Associació Flor de Vida. En el centro de la finca se encuentra un gran Tipi donde tuvo lugar la reunión, consejo o círculo de asistentes, al tiempo que la finca dio pie a diversas dinámicas individuales y grupales, para conectar con la naturaleza. Actividades que nos proporcionaron momentos de quietud, de plenitud, de conexión entre los que allí estábamos y con la Vida, de esperanza, que me recordaron una frase de Arundhati Roy: "Otra realidad del mundo es posible, está en camino. En un día tranquilo, la oigo respirar."

PD: Quiero dar las gracias, por supuesto, a Daniel por su inspiradora charla, a los que hicieron posible este estupendo finde pasado (Guillem, Willow, Pedro, Joan) y a Marijo por su buen resumen del encuentro, que me ha ayudado a estructurar esta entrada en mi blog, ya que yo recordaba más sensaciones que hechos y contenidos.