
Estos grupos reinvidican que el consumo local evita la contaminación causada por el transporte, fomenta la cultura propia y potencia la economía local creando puestos de trabajo locales. El consumo ecológico, además, favorece la conservación del paisaje y la biodiversidad y respeta los ciclos de la naturaleza (agua, compostaje, etc) y contribuye a nuestra salud. El consumo directo de los agricultores facilitar una relación humana y de conocimientos mutu, permite rebajar el precio del producto para el consumidor y posibilita un sueldo más digno para el agricultor. En cuanto al consumo en grupo, propicia el intercambio de conocimientos, habilidades y experiencias; estimula la cooperación entre las personas, el diálogo y el consenso; y forma tejidos y redes sociales vivos, que rompen con una visión individualista.
Otro folleto informaba de la existencia de una Asociación para el fomento, conservación y producción de los vegetales autóctonos y tradicionales de las Islas Baleares, con sede en el Centre Bit Raiguer. No consta ninguna web pero podeis localizarles en 971 88 70 24 - 655 791 625 - varietats.autoctones@cmail.cat
La bolsa de verduras que compré incluía un melón de Vilafranca y los ingredientes necesarios para la elaboración de esta crema de calabaza (cuya receta proporcionaban los organizadores) que he preparado hoy.
Crema de calabaza
Ingredientes: calabaza, patata, cebolla, ajo, puerros, almendreas y plantas aromáticas. Elaboración: sofreir cebolla y puerros con un poco de aceite y sal en una olla alta, añadir las patatas, y cinco minutos después la calabaza y los ajos. Poner un vaso de vino blanco y continuar sofriendo los ingredientes hasta que se haya reducido un poco, añadir agua caliente hasta que cubra las verduras completamente y un poco más. Cocer unos quince minutos más, corregir el punto de sal. Triturar y servir decorado con las almendras y las aromáticas.

